Monday, November 15, 2004

Desordenando ideas

Salgo de este pozo y arranco todo de cero
Y ahora se inclina la balanza y ahora pido yo
Pido que se abra todo porque acá voy de nuevo
Entero o a pedazos pero voy
Analizar de más, analizar a secas... tan tentador como peligroso. Si pisara firme, sin embargo, no sería ningún riesgo. O sea que lo negativo es algo de fondo, la causa, no el síntoma visible. Cada vez que entro en estos pensamientos circulares termino yéndome a dormir del aburrimiento.
Es incontrolable, pasé casi ocho horas en charla amena y distendida, entrando en confianza, derribando idealizaciones, descubriendo nuevos atractivos, buscando miradas y gestos, asimilando latiguillos, derritiéndome en sonrisas. Café + paseo + cena liviana + café + café (sí, abundante bebida negra) = mi viernes a la noche. Claro que el ingrediente principal de la salida fue la conversación. Y eso es lo que me veo analizando hoy.
Muchas cosas lindas. Sentí de nuevo, casi redescubriéndolo, ese segundo de felicidad. Que cualquiera sabe que es una minúscula cosita insignificante no tiene importancia. Cuando dijimos "nos encontramos en una hora", me dejó grabada en la mente su cara --y sus ojos. Y cuando llegó lo noté (y eso que no suelo darme cuenta de los detalles, soy muy distraído y no me fijo en cómo se ven los demás): ella se tomó 5 minutos (o 2 o 1, realmente es lo de menos) para maquillarse antes de encontrarnos. Sí, eso mismo, esa pequeñez, ver que la situación ameritaba para ella tal dedicación, me llenó de alegría fugaz e intensa. Parecerá una boludez, entiendo. Desde mi punto de vista es algo reconfortante.
Y como ese recuerdo, hay infinidad. Repito, ¡casi ocho horas! Desde las 8 y media de la noche hasta las 4 de la mañana. A esta altura hasta ya me olvidé de algunos momentos, lamentablemente.
Pero también estuvieron las revelaciones. Entre otras, un ex -reciente- que solía acosarla, y un hábito que no estoy dispuesto a aceptar (el tabaco). O también podría ver el lado positivo: que me haya contado tanto sobre él tal vez quiera decir que no le importa, ya que no necesita ocultármelo; que haya fumado sólo tres puchos en tanto tiempo puede significar que de hecho está intentando dejar el vicio. O por otro lado podría parar de pensar estupideces y quedarme con que las horas se me fueron volando, por lo bien que me sentí pasando un tiempo en su compañía, y que tengo ganas de volver a verla. Y que ya planeamos dos salidas más.
ACTUALIZACIÓN (03:30 am)
Acabo de pasar más de tres horas charlando con ella vía MSN. Sin dar detalles, baste contar que las dos salidas pendientes se conviertiron en cuatro. Cuando me retiraba a mi cama, me dijo "no te vayas". Yo me quedé... ¿Caí en la red?
H.