Thursday, October 11, 2007

Notas de viaje 005

2/07/07 (Lunes)
Madrid, España


Soy joven, innovador, emprendedor y visionario; y heredo una fortuna considerable.
Mientras me dedico a despilfarrar un tercio de esa plata en placeres mundanos [me refiero a comida + bebida + tecnología], armo un proyecto a partir de un nicho no explotado.
No todos los migrantes quieren "vivir el viaje" o "gozar la experiencia de viajar"; algunos, o muchos, simplemente desean llegar a destino y ya.

Mi brillante idea es, pues, iniciar una flamante compañía aérea, reduciendo al mínimo los costos, al mejor estilo neoliberal, pero a la europea. Ah, porque soy londinense.
Así, desembolso para comprar avioncitos recién construidos, muy siglo XXI:
103 aviones Airbus A319 y 30 aviones Boeing 737.
¡Pero nada de oficinas! Todo vía web, probablemente en base a un software diseñado por un amigo, que funciona como reloj suizo en combinación con mis mostradores en los aeropuertos. En ciudades muy frecuentadas, claro.

Luego, ¡nada de refrigerios!
¿Y si alguien sí quiere comer o beber algo a bordo?
Se lo vendo, en tamaño irrisorio y a precio exhorbitante.
¿Hasta un vaso de agua?
Sí, incluso el agua... a ver si nos entendemos: low-cost, NADA incluido.

Tanto abaraté el soft, además, que ni siquiera asigna asientos. Es como el subte, entrá y elegí el que encuentres libre.
¿Y si alguien quiere subir antes que el resto, para conseguir algo mejor?
Me parece bárbaro, créase entonces una división entre clases A y B, cobrándose extra para pertenecer a la "A".

Le agrego uniformes con onda, música ska a la entrada de la nave, todo de color gris sobre naranja chillón, un par de pilotos ingleses jóvenes y sin muchas pretensiones de paga, una bolsa de consorcio gigante naranja para recolectar la basura antes de aterrizar, un teddy bear como mascota oficial...

... y tengo el posible origen de easyJet, o al menos uno de ellos.