Tuesday, August 10, 2004

Está en Bariloche

Pasan los días sin sol
Mi vida es una mueca triste
Me preguntaste por qué, y no supe hablar
Me siento sin corazón
Me siento tan incompleto
Mi cuerpo sabe lo que Natura non da
No puedo volar, aunque lo intente
Marü me aconsejó incluir fotos ("a la gente le gusta más mirar que leer", creo que me dijo), pero se me hace difícil siendo que la cámara pertenece a mi padre y por eso no la tengo a mano.
Fue un día de lo más detestable. Tan feo que ya me lo estoy olvidando. Mis mecanismos de represión andan a mil por hora.
Lo de siempre, lo desconocido por lo menos para mí, esa opresión en el pecho y la desesperación de no poder solucionar un problema -que se siente y se nota- por no poder identificarlo. Si no sé qué está mal, cómo lo arreglo???
Ay, esta chica, Marina... tal vez mi amiga haya dado en el clavo porque tan pronto como leí sus palabras se me nubló la vista, sin demora. Su diagnóstico es que me falta afecto -porque a todos nos falta.
Para colmo esta facultad de mierda. Todavía no entiendo el sistema de asignación de los cursos. "A veces sí, a veces no" parece ser la máxima de esta gente. Ahora me tocó que no, lo que significa OTRO atraso en mi camino al título. Una mancha más al tigre (¿?).
Me acuerdo de un regreso a casa, unas semanas atrás, durante el cual sentí la impostergable necesidad de que alguien me diera un abrazo. Y así como no ocurrió, pensé que no llegaba a la puerta de entrada, que me iba a desintegrar algunos metros antes. Pucha, entonces sí tiene razón Marü. Pero en algo le pifió: no es culpa de la sociedad que me reprime y no me deja expresarme por relacionar esas expresiones con lo sexual. Soy yo y nada más, ninguna víctima de nadie. No sé si lo elijo, pero me comporto así.
Extraño a mi hermana, y esa es la frutilla del postre. Ojalá me empalague así no siento más el gusto a nada.
H.