Wednesday, August 11, 2004

Tres, cuatro

Levante as mãos para o céu
E agradeça se um dia encontrar
Um amor, um lugar
Pra sonhar
Pra que a dor possa sempre mostrar
Algo de bom
Hablando de dolor, esto parece que nunca se termina. La mañana fue difícil; por suerte se fue suavizando de a poco. Ya ni me puedo dar cuenta de si hablo del dolor físico o del otro.
Por suerte mis dos amigos tandilenses cercanos pasaron por casa a por unas empanadas y a molestar un rato a Rodrigo, que cuando hablan de su hermana -y como sólo Lucas puede- se pone loco.
Los tres, de alguna forma, me interrogaron. Ro ya ni se gasta, cree que no tengo ganas de hablar o que no quiero hablarle a él y punto. Luc usó su técnica de siempre, "contame qué cornos te pasa, la puta madre, que me estoy enojando". No sirvió. Con Bel fue distinto... él trata de descifrarme. Tarea nada fácil, ni siquiera para mí. Pero no pude evitar cambiar olímpicamente de tema, que es lo que mejor sé hacer. Soy TAN idiota.
H.